Mitos desmitificados.

Echando por tierra los mitos en la evaluación.

Comienzo esta entrada reconociendo que este tramo ha sido muy difícil. Escribo estas líneas y recuerdo en la Guía Didáctica que nos acompaña, las Competencias personales permanentes que las Profesoras colocan para que nosotros, los estudiantes tengamos en cuenta...

• Automotivación
• Autorregulación
• Autoevaluación permanente
• Trabajo en equipo
• Comunicación asertiva

Este tramo me encontró sin tiempos disponibles para desmenuzar (como me gusta) el contenido del suculento curso que estoy haciendo. A la par, llegó el Cierre del 1er informe que comunica el rendimiento de mis alumnos. Con él, marchas y contramarchas a nivel Institucional, acuerdos y criterios que aunar, mi millón de alumnos y alumnitos de los tres Niveles. En el otro frente, ¡El Curso!. ¡Con un tema muy importante como la Evaluación! Y...

con la Rúbrica, que estaba esperando desde el principio porque tenía muchos interrogantes sobre ella. 

Caos total.

Silencio.

Recalculando.

La determinación fue:

Vamos a tratar de hacerlo, lo mejor posible.

Revisar, rehacer, mejorar, retomar, rever, repensar, re motivarme, regular, reforzar, reescribir, recalibrar una y otra vez pero con más calma, paso a paso para llegar.

Lamenté no poder estar en el encuentro sincrónico por Twitter.

Pero, los interrogantes que tenía, ahora tienen respuestas.

Fue interesantísimo poder aprender más sobre los instrumentos de evaluación. Amplié mi horizonte cuando ingresé en un enlace propuesto por la Profesora M. Ficcardi, en el que con gamificación pude obtener un muy buen puntaje al vincular los nombres de varios instrumentos con las sentencias que los explicaban.

Entendí lo fundamentales que son los criterios de evaluación:

¿Qué es lo que importa que mis estudiantes aprendan?

Estas pautas permiten la formulación del juicio de la evaluación y fundamentan las decisiones que tomo a la hora de evaluar. Son guías que deben darse a conocer de antemano. 

Es allí donde entran los Instrumentos.

Estos son los asistentes de la evaluación. Herramientas prácticas o auxiliares.

Los mismos hacen que:

• El alumno se sienta parte del proceso.
• Que los docentes que acompañamos, con la retroalimentación seamos los que dirigimos ese circuito, que los haga mirar hacia atrás y luego hacia adelante.
• Que la autoevaluación se produzca, para que sean conscientes de su aprendizaje.
• Que haya coevaluación, para que puedan apreciar la mirada del otro, que es par, en su trabajo y así, corregir errores y reforzar fortalezas.

Interesantísimo descubrir la Rúbrica. 

Instrumento que de forma graduada, describe cualitativamente niveles de consecución en el desempeño de una actividad.

Una sorpresa fue enterarme de que había una clasificación: Rúbrica holística, Rúbrica analítica. Rúbrica genérica, Rúbrica específica. 

Debo darle otra mirada más a la clasificación, pero me aventuro a decir que hasta ahora vengo incursionando con las rúbricas analíticas específicas. Será otro nuevo desafío el abrir más el panorama con las demás clasificaciones.

La Lista de cotejo: 

Que sirve para identificar la presencia o ausencia de conocimientos, destrezas o conductas

.

La Escala de valoración:

Que está entre la Lista de cotejo y la Rúbrica. Manteniendo criterios de realización como en el cotejo y mostrando niveles de consecución siguiendo criterios de graduación como las rúbricas.

Todos los instrumentos de evaluación están relacionados con los criterios de evaluación. Estos regulan, establecen y formulan lo que debemos calificar.

Los docentes debemos comprometernos a la hora de organizarlos, de redactarlos y de comunicarlos. Esto le dará finalmente a la evaluación justeza, claridad y transparencia.

Termino, volviendo al principio, para desmitificar a la evaluación. 

La evaluación no se realiza solo al final del proceso.

La evaluación no es solo individual.

La evaluación no tiene un solo momento.

La evaluación no solo es escrita.

Gracias ¡Nos seguiremos leyendo, seguramente otro poco más!