Agudizando la mirada sobre la evaluación de los aprendizajes.

Evaluación formativa.

Cambiando el paradigma hacia la evaluación auténtica:

El objetivo de la evaluación para el aprendizaje es ofrecer orientaciones y sugerencias a los estudiantes durante el proceso de aprendizaje, cuando todavía hay tiempo para mejorar algún aspecto de dicho proceso. No es un momento final es un permanente proceso de reflexión que se apoya en evidencias.

A partir del marco teórico y la ejercitación propuesta, mi reflexión al respecto es la siguiente:

• La evaluación repercute en la persona: Tanto en el que enseña como en el que aprende y los enriquece en el diálogo, compresión, mejora, aprendizaje, orientación, motivación, etc.
• La evaluación es continua porque se va realizando a medida que se amplia la formación del educando.
• Cuanto más participen los alumnos en el proceso de evaluación, más formativa se torna. Es un proceso de diálogo en la díada educador - educando.
• La evaluación permite decidir cambios, estos llegan e interpelan tanto al alumno como al profesor. Esto es lo que enriquece al proceso: la comprensión y luego la modificación dan prueba de que se está aprendiendo.

La retroalimentación:

Ha sido todo un hallazgo encontrar el video que por aquí comparto:

Rebeca Anijovich, “El valor formativo de la retroalimentación”

Además de la claridad en la explicación de Anijovich, creo que aquí se resume el valor formativo de la evaluación y se da preponderancia a la práctica docente.

Por último, haré referencia a los protocolos que nos invitan al diálogo. 

Comparto aquí la Escalera de la retroalimentación de Wilson.

1. Clarificar: El docente aclara ideas o conceptos y se asegura que el estudiante comprendió esas ideas o acciones a realizar.

Algunas de las preguntas para clarificar que uso en mis clases podrían ser: 

• ¿Cómo lo hiciste? , ¿porqué?
• ¿Qué te resultó difícil o fácil?

2. Valorar: Se valoran los aspectos positivos, las fortalezas.

Valoro a mis estudiantes con frases como:

• Me encantó tu idea, adelante para seguirla desarrollando...
• Tu proceso refleja todo tu esfuerzo...Vamos por más...

3. Inquietudes: son preguntas auténticas, que posibilitan soluciones o caminos para encontrar nuevas oportunidades

Suelo preguntarles a mis estudiantes: 

• ¿Qué te parece que podrías mejorar en tu producción? 
• ¿Qué se te ocurre para completar tu tarea?

4. Sugerir: son recomendaciones sobre como mejorar el proceso, el profesor ofrece indicaciones, procedimientos e ideas al estudiantes.

En sus procesos, mis estudiantes suelen escucharme decir: 

• Para la próxima semana necesito que piensen en...
• Todavía se puede desarrollar más esta idea y hago hincapié en la palabra "todavía", para que puedan rever su aprendizaje.

De esta manera cierro estos comentarios y como broche final comparto la Actividad  que preparé para dar cuenta de mi propio proceso. Y la Encuesta grupal sobre Evaluación, con las conclusiones, que arrojarán más luz sobre esta entrada de Blog tan enriquecedora. 

 Dos caras de una misma moneda.

Relación entre enseñar, aprender y evaluar.

El título de mi entrada refiere a una moneda, la misma tiene dos caras, podríamos decir que una pertenece a enseñar y la otra a evaluar. Hay una relación recíproca entre las dos. Nuestra manera de enseñar debe determinar nuestra manera de evaluar, porque cómo evaluamos condiciona la manera de aprender de nuestros estudiantes. Los profesores debemos tener muy presente que enseñar y evaluar son dos caras de una misma moneda.

De estas dos, la evaluación es la que permite determinar cómo aprenden los estudiantes, qué aprenden. Qué conocimientos tienen. Los docentes tenemos la misión de promover aprendizajes significativos.
Aquí entra en escena, el Diseño de Evaluaciones Auténticas.

El enfoque se centra en lo que el estudiante aprende.

" La evaluación auténtica requiere que el estudiante integre sus conocimientos, habilidades y actitudes, y conduce al planteamiento de tareas con cierta complejidad, generalmente presentadas como problemas de diversas soluciones posibles que, a menudo, implican diferentes disciplinas"(Monereo, 2009:92).

La evaluación debe ser coherente con lo que se enseña.

Debemos enseñar contenidos que se pongan en juego en el mundo real.

La evaluación debe ser dinámica y debe tener participación activa del estudiante, quién debe resolver problemas significativos.

Los alumnos deben poner en juego lo que saben previamente del tema, deben desplegar sus habilidades cognitivas, procedimentales y también actitudinales. Deben integrar conocimientos, relacionar entre disciplinas, tomar decisiones y realizar reflexiones. Esto es lo que les da a sus evaluaciones el sentido de lo auténtico y lo que acerca al  alumnado a cuestiones cercanas a la realidad.

La selección de instrumentos de evaluación es cosa seria.

Cuando los Profes pensamos las evaluaciones buscamos con ellas, que los alumnos valoren su proceso de aprendizaje. En mi práctica esto siempre ha sido algo de constante reflexión, ya que la evaluación en el Arte, tiene más de subjetividad que de objetividad. Buscar instrumentos que otorguen confiabilidad y validez al proceso de calificación es todo un reto. Por eso, lograr que el estudiante valore su proceso de aprendizaje durante la marcha es tan importante.

Ha sido muy provechoso descubrir que las tecnologías nos han aportado la posibilidad de evaluar el producto (como hecho artístico), y también su proceso. Ellas aportan un resultado muy completo: aumentan la motivación e interactividad de los estudiantes. Fomentan el trabajo colaborativo, impulsan la iniciativa y la creatividad. 

Toda actividad relacionada con el Arte, supone que el alumno de respuestas, planteamientos y soluciones diferentes, donde la creatividad y formas de resolución son determinantes en el logro de las competencias.

El recurso del Portafolio me ha dado la posibilidad de observar cómo mis alumnos van adquiriendo esas competencias. Me permite ver la historia completa, visualizada como un todo. El portafolio da cuenta del progreso que van a haciendo mis estudiantes. Además es un instrumento de autoevaluación. También los trabajos que se acompañan de reflexiones y argumentaciones favorecen a la Metacognición. En suma, resulta muy útil para evaluar las competencias artísticas. 

Aquí completo para ilustrar, con un ejemplo, en el que Linda Castañeda comparte las pautas que da a sus estudiantes para la realización de un Portafolio.

La rúbrica es también un instrumento aliado a la hora de evaluar en las asignaturas artísticas.

De orden cualitativo y con criterios graduados permite valorar el logro de las competencias adquiridas por el estudiante.

Es propicio, entonces, que la evaluación auténtica en Arte, debe evaluar las competencias empleando variedad de instrumentos. Debe acompañarlos de argumentaciones y justificaciones por parte del alumno. Debe  ser integral, para poder ser oportunidad de aprendizaje y a la vez un reto de mejora para ellos.

Finalizo y comparto aquí mi Actividad propuesta.

Saludos.